¿El e-Learning un cambio en el Rol Docente?

Un día buscando información por internet encontré un artículo, donde describía cambios significativos en la estructura curricular, la infraestructura tecnológica y rol del profesor y el estudiante en la nueva escuela (entendida esta como un escenario formal de enseñanza-aprendizaje). La proyección se realizaba al año 2030 y dejaba entrever el cambio necesario de paradigmas que datan el siglo XIX.

En este post quiero hacer una pequeña reflexión sobre uno de los temas que propone el artículo: el cambio rol del profesor. Algunas preguntas orientadoras: ¿Qué pasará con el ejercicio docente? ¿Cómo las nuevas dinámicas de la escuela, permeadas por las Tecnologías de Información y Comunicación – TIC, transforman el papel del profesor? ¿De dónde viene y hacia dónde va la enseñanza y cómo se transforma el aprendizaje? Esta es una reflexión rápida y sincera.

📑 Contenido de la Página
  1. ¿Cuál es el papel del profesor?
  2. ¿Estoy siendo exagerado?
  3. ¿Qué cambios deben plantearse en la labor docente?
  4. ¿Qué papel juegan las TIC en la definición constructivista del docente?
  5. ¿Qué el e-Learning va a cambiar el rol docente?
  6. ¿Y tu qué piensas del e-Learning y el rol docente?

¿Cuál es el papel del profesor?

Si usted es lector habitual de mi blog sabrá que oriento los contenidos de educación a escenarios electrónicos. En ese sentido, trataré de concentrarme en el ejercicio docente en Ambientes Virtuales de Aprendizaje – AVA. Sin embargo, el tema da para abordar modalidades de estudio presencial y a distancia.

Sin el ánimo de caer en el cliché educativo, considero que el rol del profesor ha girado sobre paradigmas que lo ubican como fuente primaria (y en ocasiones, única) de conocimiento y experiencia. Es decir; los modelos de enseñanza–aprendizaje tradicional se han configurado como profecentrista, donde el docente tiene: el conocimiento, la información, la experiencia, la selección precisa de las fuentes bibliográficas y el discurso y estrategias pertinentes e indiscutibles para el desarrollo de las competencias, necesidades y expectativas del estudiante.

En esa misma línea, el estudiante es configurado como un consumidor pasivo que, de una u otra forma, recibe información y –sin preocuparnos por sus significados y experiencias previas y próximas- desarrolla un conocimiento.

Esta situación es similar en la educación virtual: el profesor es quien tiene el conocimiento, elabora el contenido (blindado) y define las actividades de evaluación formativa y sumativa. Y no es que sea erróneo el ejercicio, el asunto está en pensar una educación del siglo XXI, con profesores del siglo XX, bajo modelos y escuelas del siglo XIX.

En conclusión, el rol docente, bajo una incorrecta interpretación y aplicación del modelo tradicional, supone existencia de una única fuente de información, conocimiento y experiencia, quien tiene la libertad y derecho de diseñar estrategias pedagógico – didácticas y se cubre en un “manto” de inmunidad intelectual, pedagógica y social.

¿Estoy siendo exagerado?

Sí, quizás, pero muy poco. Igual, estoy convencido que el uso de hipérboles en el discurso permite que la reflexión sea más sencilla.

Ahora, piense en lo siguiente: ¿Cuántas veces ha escuchado en su institución que el profesor es quien transmite la información al estudiante? Yo lo he escuchado varias veces, muchas,… y no estoy hablando de la institución donde trabajo actualmente, estoy haciendo referencia a mis recorridos académicos.

¿Qué pasa con esto? Cuando se habla de transmisión de información (incluso, como algunos tratan de “salvar” el discurso afirmando que es transmisión de conocimiento). Se está diseñando un modelo pedagógico que va en contravía del constructivismo, donde –para ser breve- es el estudiante quien construye su propio conocimiento, a partir de sus experiencias, significados e interacciones individuales y sociales.

En ese sentido, en algunos momentos de la reflexión anterior no estoy siendo exagerado. Lo repito: el rol docente dista de un modelo constructivista y se enmarca en un entorno profecentrista.

¿Qué cambios deben plantearse en la labor docente?

Realmente los cambios no son extensos. Hay que tener presente que esta escena está diseñado; las herramientas, disponibles; y la intención, manifiesta. ¿Qué falta? Voluntad. Paso a reflexionar un poco más sobre el tema.

Ya lo he mencionado: el profesorado sigue actuando bajo paradigmas del siglo XIX. El aula de clase continúa configurándose como un maquila de información y la escuela –desde su estrategia- se (pre)ocupa única y exclusivamente en el modelo de negocio.

Si partimos del hecho que la escuela está soportada por un modelo constructivista, conectivista; donde el alumno asume un rol activo de su proceso de aprendizaje, el profesor se adapta a nuevas dinámicas y el aula de clase se reconfigura y da espacios a laboratorios de experiencias significativas. ¿Qué hay que cambiar? Yo diría: no mucho.

Lo que hay que cambiar, eso sí, es esa voluntad, ese deseo de abandonar la zona de confort del conductismo y cognitivismo absoluto. La educación –y lo dicen las decenas de modelos pedagógicos- no es un teoría única; la educación –como estrategia- es el resultado de diferentes teorías y modelos pedagógicos, que agregan además la “esencia propia” de la institución.

Es preciso realizar algunos refuerzos y transformaciones en el imaginario de los docentes y su ejercicio. No es tarea fácil diseñar estrategias de sensibilización, formación y apropiación docente. Esa es –quizás- la tarea más compleja a la que me enfrento día a día.

¿Qué papel juegan las TIC en la definición constructivista del docente?

Debo partir por precisar que las TIC no suponen el diseño de estrategias de e-Learning. Estas son susceptibles de permear cualquier escenario de enseñanza-aprendizaje.

Ahora, sí es un elemento crítico para el profesor conocer y apropiarse de las TIC; pues suponen nuevos estilos de aprendizaje, construcción de conocimiento e interacción de los discentes. En ese sentido, las TIC (re)dibujan la agenda académica y orientan al profesor en el diseño de estrategias pedagógico – didácticas que sean más comunes, ágiles y usables para el estudiante.

El reto está en adaptar el rol docente (y lo que detrás de él opera, como el modelo pedagógico institucional) a los cambios vertiginosos de la tecnología. La escuela de hoy no es un espacio fijo, único, asocial y completamente terminado. La Escuela 2014 es un colectivo estratégico en constante construcción; en el cual conviven profesores y estudiantes en una relación más horizontal; donde el conocimiento se construye social, participativa y globalmente; donde el aula expande sus fronteras e incluye las TIC como una fuente de información, selección y discusión de contenidos multimedia; y las directivas conocen y apuestan por una educación financieramente rentable y coherente con la calidad.

¿Qué el e-Learning va a cambiar el rol docente?

Infortunadamente, no. El rol docente lo van a cambiar los nuevos estudiantes, quienes ahora son, además, creadores y administradores de contenidos únicos.

¿Y tu qué piensas del e-Learning y el rol docente?

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